Capítulo IX - Revolución del Globo: Revoluciones generales o parciales
Vera Lucia Dalessio
El aspecto general y actual del globo terrestre fueron consecuencias de la transformación sufrida a través de los períodos geológicos. Eso pasó con lentitud y sin transiciones bruscas (con excepción del período diluviano) hasta que se consolidó la base.
Además de las revoluciones generales, la Tierra pasó por un gran número de perturbaciones locales, que cambiarían el aspecto de determinadas regiones. Dos causas contribuyeron a ello: el fuego y el agua.
El fuego
A causa de erupciones volcánicas que hicieron desaparecer ciudades junto con sus habitantes, por temblores de tierra o por levantamientos de la corteza sólida, expulsando las aguas hacia comarcas más bajas. Por el hundimiento de esta misma corteza las aguas se precipitaron dejando que surgieran islas, mientras que otras desaparecieron como porciones de continentes y se separaron, se formaron islas y los brazos de mar puestos a seco unieron islas a los continentes.
El agua
Ya fuese por irrupción o retiro del mar en ciertas costas, por la formación de represas que al detener el curso de las aguas formaron lagos. Así como por desbordamientos e inundaciones, por cúmulos de terreros formados en la embocadura de los ríos. Estos cúmulos al llegar al mar crearon nuevas regiones, tal es el origen del delta del Nilo, o Bajo Egipto, el delta del Ródano, o de la Camarga.
La edad geológica se determina observando los terrenos desgarrados por el levantamiento de las montañas y las capas que forman su superficie.
Estos levantamientos debieron ocasionar grandes perturbaciones locales e inundaciones de mayor o menor consideración, por el desplazamiento e interrupción de las aguas y el cambio del curso de los ríos.
El diluvio bíblico
El diluvio bíblico, o gran diluvio asiático no puede ser puesto en duda. Aunque ese diluvio se haya extendido sobre una región bastante vasta, un hecho probado hoy es que solo fue local. Que no pudo haber sido motivado por la lluvia, ya que, por más abundante y continua que haya podido ser durante cuarenta días, el cálculo demuestra que la cantidad de agua caída no pudo ser lo bastante abundante como para cubrir toda la Tierra, hasta tapar incluso las montañas más elevadas. Para los hombres de entonces, que solo conocían una zona limitada de la superficie del globo y que no tenían idea de su configuración, desde que la inundación invadió los países conocidos, a ellos les debió parecer que era el mundo entero.
Es evidentemente posterior a la aparición del hombre sobre la Tierra, ya que el recuerdo del mismo se conservó por tradición en todos los pueblos de esta parte del mundo, consagrándose en sus teogonías.
Revoluciones periódicas
Además de su movimiento anual alrededor del Sol, que produce las estaciones, la Tierra posee su movimiento de rotación sobre sí misma en 24 horas, que causan el día y la noche. La Tierra también presenta un tercer movimiento que se cumple a cada 25.000 años (aproximadamente) que origina la precesión del equinoccio.
Ese fenómeno consiste en una especie de balanceo circular comparable al de un trompo a punto de detenerse. El equinoccio es el instante cuando el Sol, pasando de un hemisferio al otro, se halla perpendicular sobre el ecuador, esto ocurre dos veces al año. Como consecuencia de un cambio gradual en la oblicuidad del eje de la Tierra, que cambia de inclinación, el momento preciso del equinoccio se adelanta cada año algunos minutos (25 minutos y 7 segundos) de donde viene el nombre de precesión.
Estos pocos minutos, con el tiempo, suman horas, días, meses y años, y cambian durante siglos el calentamiento y enfriamiento de los polos, el desplazamiento gradual del mar que invade poco a poco tierras y se retira de otras.
El desplazamiento lento, gradual y periódico del mar es un hecho demostrado por la experiencia y atestiguado por numerosos ejemplos en todos los puntos del globo. Su inmersión es un descanso, durante el cual las tierras sumergidas recuperan los principios vitales agotados por una producción no menos larga.
Cataclismos futuros
Las grandes conmociones terrestres tuvieron lugar con la corteza sólida y de poco espesor, ofreciendo una débil resistencia a las materias efervescentes e incandescentes de su interior. Fueron disminuyendo la intensidad y generalidad a medida que la corteza se consolidó. Muchos volcanes están hoy inactivos, y otros están recubiertos por terrenos de formación posterior.
Aún es posible que puedan producirse perturbaciones locales, aperturas de nuevos volcanes e inundaciones súbitas en ciertas comarcas, que abrirán paso a nuevas islas en el mar y otras a hundirse en él.