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Multividas e Inteligencia Artificial

 

Andrea Campos



Abrimos las puertas a la tecnología bajo la visión de reflexiones espíritas.


Me gustaría dejar claro que no atesoramos información privilegiada de la Espiritualidad, tampoco tenemos respuestas exactas, sino a penas reflexiones personales aprendidas con la Doctrina Espírita, junto con nuestras experiencias de vida, personales y profesionales, en el ámbito de la tecnología.


Como base para esta reflexión tomo como guía el libro “Conflictos existenciales” de Joanna de Ángelis, psicografiado por Divaldo Franco.


Empezamos por nuestra brújula, dice Joana: “A todo ser viviente se le requerirá acción, movimiento y esfuerzo que le fortalezca a fin de que desempeñe la finalidad para la cual ha sido creado”.


No existen caminos cortos, saltos o puertas amplias para llegar a la tan esperada evolución espiritual. Todo en la vida requiere de una constante búsqueda de conocimiento y mucho, pero mucho esfuerzo.


Todas las generaciones hemos vivido diferentes experiencias a lo largo de la existencia humana, en el Universo. Apreciamos saltos exponenciales de la tecnología y la consolidación de la psicología como herramientas que promoverán la evolución espiritual hacia un planeta de regeneración.


La generación X que hoy dirige, en su mayoría, las decisiones de nuestra sociedad, vivió el cambio del mundo analógico al mundo tecnológico, ha experimentado una vida más cómoda que su anterior generación, pero con el peso del trabajo y del esfuerzo con el fin de lograr el éxito; a la vez que ha transmitido a su generación sucesora, la falsa idea de vivir la vida sin sufrir dolor, la pura falta de madurez basada en el uso de la tecnología.

Nos sorprendemos cada día inmersos en este bucle vicioso, negativista y antitético de la propia visión Espírita, de que las anteriores generaciones eran mejores y que la presente y venideras están totalmente perdidas.


No podemos negar que cada generación tuvo y tiene sus propios desafíos para poder aprender a ser mejores, pero a la vez también recibe regalos divinos de conocimiento y evolutivos. En nuestro espíritu está grabada la voluntad de vivir en un mundo mejor, de ser mejores personas. Algunas veces causándonos cierta ansiedad que nos puede llevar a momentos de vacío existencial, de culpa o diversos modos de drogadicción a fin de amenizar nuestra inmadurez espiritual.


Por ello, Joana nos aclara de manera directa y precisa: “Se fantasea con la vida como si fuera un viaje sin complicaciones ni accidentes, lo que no deja de ser utópico e irreal. El propio acto de vivir en el cuerpo se apoya en procesos desafiantes para el organismo”.


Hace menos de un siglo vivíamos entre dos mundos: el espiritual y el material.

Algunos pueden entender que la vida era más sencilla, menos estresante, lo cual podría ser cierto, pero no significa que fuera del todo mejor que hoy en día.

Hoy vivimos una “Multivida” entre cuatro mundos: el espiritual, el físico encarnado, el psicológico y el virtual.


Debemos tener muy claro que cuanto más evolucionamos, más compleja se vuelve la vida, porque cuanta más sabiduría adquirimos, más responsabilidad tenemos, siendo el “precio a pagar” para entender la complejidad de la Creación y llegar a ser partícipes de ella: “La vida, sin embargo, está compuesta por desafíos que invitan al individuo a la maduración psicológica, a vivir experiencias que le aporten sabiduría, que fortalezcan sus valores éticos y morales, sus conquistas culturales y religiosas, la evolución espiritual. Una vida normal es rica en éxitos y fracasos”.


Abandonemos de una vez por todas la fantasía del “Cielo ocioso”, “del Paraíso”, del “Descanse en paz”, abandonemos el papel de hijo pequeño dependiente del Padre. Ahora ya somos espíritus jóvenes al inicio del proceso en que vamos a adentrarnos en la vida adulta.



¿Sabemos qué es el Metaverso y la Inteligencia Artificial?


No es ninguna novedad que el ser humano siempre ha buscado inspiración, tenido ideas y realizado cálculos teóricos para lograr ser co-creador de una inteligencia, a su semejanza o intentar plasmar esa necesidad de un mundo mejor, sin pasar por los percances del cuerpo físico.


Aproximadamente en el 300 a. C., Aristóteles describió la posibilidad de una estructura matemática de reglas y silogismo, capaz de imitar la mente humana, generando conclusiones racionales a partir de ciertas premisas dadas.

Desde entonces, diversos matemáticos se han dedicado a regalar a la humanidad más tiempo libre, menos esfuerzo y más salud, con la creación de máquinas autómatas que podrían realizar acciones programadas a fin de ayudar a la humanidad, hasta la llegada de Alan Turing, considerado el padre de la tecnología en IA (Inteligencia Artificial).


El metaverso tampoco es una novedad, si no que estamos viendo otras perspectivas del mismo tema.


Como Espíritas conocemos algunas herramientas de interacción humana, de multividas: la mediumnidad, la emancipación del sueño o el éxtasis, en cierta forma, podrían ser un “tipo de metaverso”, ese “lugar” no físico donde podemos interactuar, aprender, tener experiencias buenas y no tan buenas, etc.


En el libro de Chico Xavier “Nuestro Hogar”, en el capítulo en que André Luiz visita el Ministerio de Comunicación, ya nos avanzaba en 1944 tecnologías que usaríamos hoy en día. Describía aparatos de comunicación hechos de cristales que se podían llevar en las manos o aparatos con formas desconocidas uniendo cristales y las máquinas de dactilografía, entre otros.


Siendo así, cualquiera se puede plantear si Moisés no fue el primero, técnicamente, en utilizar una tablet y bajar datos de una nube o bien interpretar que nuestro cuerpo fuese un “avatar” donde nuestro Espíritu tiene la oportunidad de vivir experiencias mientras estamos en el mundo físico.



"Una vida normal es rica en éxitos y fracasos”, Joana de Ángelis.



Los saltos de la evolución web


En menos de 40 años hemos pasado de usar el teléfono de disco, enviar telegramas o cartas, a usar los emails, navegar por internet, hacer compras virtuales, comunicarnos mediante mensajes instantáneos, etc.


La alta tecnología dio sus primeros pasos hacia lo que disfrutamos hoy, desde el inicio de la Segunda Guerra Mundial. 


Desde entonces la tecnología ha evolucionado exponencialmente en varias versiones al igual que las generaciones.


En 1990 con el nacimiento de la llamada Web 1.0 y su uso unidireccional como repositorio de información global; en 2004 con el surgimiento de la Web 2.0 y sus interacciones bidireccionales, el uso de los primeros “chats”, el inicio de las redes sociales y las primeras tiendas virtuales; aunque acuñada el 2006 solo fue realmente puesta en marcha en 2010 la versión 3.0 de la Web, con su novedoso modo de interactividad y decisiones compartidas, así como el inicio del uso de los metadatos y “las nubes”; y ahora nos encontramos en la llamada Web 4.0, con el metaverso y la inteligencia artificial, que se centran en ofrecer un comportamiento más inteligente y más predictivo, en un entorno donde podemos interactuar tanto social como económicamente, el cual funciona como un reflejo del mundo físico, pero sin las limitaciones físicas de éste.


Ya somos usuarios del metaverso y de las IAs pero quizás no somos totalmente conscientes de ello.


Por ejemplo, cuando realizamos un curso virtual, cuando utilizamos las ayudas de atención al cliente mediante bots (abreviatura de robots), cuando aceptamos las "cookies" que guardan la información sobre nuestras acciones y gustos a fin de ofrecernos servicios y productos a medida o cuando probamos las ventajas de la última novedad, el ChatGPT.


“Es normal que en la actividad diaria de la existencia humana se produzcan algunas fugas psicológicas, a modo de recurso neutralizador del excesivo volumen de informaciones con que bombardean al individuo a través de los diversos medios de comunicación masiva, de conversaciones poco edificantes, de las convivencias enfermizas. Ante la imposibilidad de realizar una catarsis, que liberaría de la carga adicional aflictiva, la conciencia borra momentáneamente las informaciones y huye hacia comportamientos que le parecen saludables, compatibles con sus aspiraciones”.


Al igual que muchos de nosotros no entendemos la vida espiritual o conocemos bien poco sobre nuestra propia condición psicológica, el mundo virtual, así como el físico son reales; todo lo que hacemos en estos 4 mundos se convierte en información que queda guardada en nuestro “disco duro” y que también "viaja" por una “red energética" a la que llamamos Fluido Cósmico Universal, quedando así plasmada la información a todas las personas con las que interactuamos.


Hoy vivimos una “Multivida” entre cuatro mundos: el espiritual, el físico encarnado, el psicológico y el virtual.

La premisa de que toda información ocupa un espacio en un disco duro o en una nube es válida para estos 4 mundos: todo lo que experimentamos, vivimos, donamos y/o robamos queda grabado en nuestro disco duro y en el Fluido Cósmico Universal donde otros seres pueden disponer de dicha información.


Cuando nos sentimos desbordados de información, cuando no "aplicamos un filtro" a fin de depurar lo que de verdad nos interesa para nuestra evolución, huimos en búsqueda de los placeres que nos son compatibles por nuestra propia sintonía actual.


Por tanto, es sumamente importante realizar "limpiezas" diarias de las informaciones no edificantes, enviándolas a la "papelera" y dejando espacio libre en nuestro "disco duro" para todas las nuevas experiencias, ya sean éxitos o fracasos y al día siguiente, volver a realizar esa catarsis que nos liberará del estrés, el dolor o las emociones descontroladas.


El exceso de ocupación, que es un vicio de difícil cura, al igual que cualquier otra drogadicción, pues de basa en la premisa de que estar siempre ocupado significa ser importante e imprescindible, la sensación de vacío que transmite el tiempo perdido sin realizar tarea alguna, deriva en que uno se sienta mal, piense que la vida no tiene sentido, que está perdiendo el tiempo por esa constante búsqueda por tener, antes que por ser.


Si tenemos tiempo o cosas nunca será suficiente, pues saldrá una nueva versión de algo que nos activará el deseo de tenerlo y si no podemos permitirnos tenerlo nos genera una frustración a tan gran escala que perturbará nuestra alma y afectará a nuestras decisiones morales.


¿Qué es lo que estamos dejando grabado en nuestro disco duro y en la nube que puedan recoger los demás?




Los dos lados de la misma vida


Toda la acción desarrollada en cualquiera de estos 4 mundos descritos, es un reflejo de nuestro verdadero yo y se plasma de igual manera en todos ellos.


Toda facultad o herramienta es neutra y su uso para hacer el bien, fracasar en el intento o infringir dolor es única y exclusivamente responsabilidad del Espíritu, es decir, es nuestra responsabilidad.


Por tanto, el uso de cualquier herramienta o manera de interactuar con los mundos, puede dar buenos o malos frutos en función de nuestra voluntad, afinidad, sintonía y estado evolutivo.

Cuando nos dejamos arrastrar hacia conductas enfermizas o destructivas nos acercamos a lugares de desequilibrio bio-psico-físicos y abrimos las puertas a lo que Freud denominó “Pulsión de muerte”, una manera equivocada de realizar una correcta catarsis, pues al llevar a cabo una incorrecta o nula catarsis, también nos adentramos en procesos de auto-obsesión u obsesiones crueles. 


Aunque sepamos que la vampirización es un tipo de proceso obsesivo de “baja” complejidad, que se puede “curar” simplemente dejando de alimentarla, si por el contrario la alimentamos diariamente, también sabemos que se puede convertir en una obsesión muy compleja ya que se convertirá en una dependencia retroalimentada.


Nuevamente apuntamos la necesidad de dedicar tiempo a NO HACER NADA con el fin de meditar, reflexionar, orar, leer un buen libro positivo, escuchar una música relajante, contemplar la naturaleza; es en esos momentos de “silencio” interior en que la mayoría de las soluciones a nuestros problemas surgen como los fotogramas de una película.


Otro ejemplo del uso equivocado del mundo virtual (y vuelvo a matizar que ese mismo ejemplo se aplica al mundo físico, psicológico y espiritual con igual peso) es la búsqueda fácil y rápida de la sexualidad. Dice Joana:


“El exceso de tiempo libre, resultado de la maquinaria que lo ayuda en las actividades habituales, le abre el camino hacia la comunicación virtual, hacia las interminables horas de búsqueda en internet, los encuentros románticos con personalidades neuróticas y temerosas, estableciendo perspectivas más angustiantes, por tratarse de personas frustradas e inseguras, que se refugian frente a la pantalla del ordenador en busca de una ilusión, de seres ideales, incorruptibles, maravillosos”.


Es difícil, pero no imposible, moverse entre ciertos ámbitos y mantener el Espíritu centrado en acciones de bien. Uno se puede preguntar si al conocer el Espiritismo estará mejor preparado para afrontar esa multivida virtual sin demasiados baches y la respuesta que me viene a la mente es que quizás sí, pero con el mismo peso específico que cualquier otra experiencia en el mundo físico o espiritual.


Hay un cierto temor sobre las inteligencias artificiales y el control humano.

Es un tema complejo para entrar al detalle en este artículo, por lo que esperamos poder hacer estas reflexiones en artículos venideros de nuestra revista digital “Visión Espírita”.


De todas formas, tomo las palabras de mi compañero y tocayo Andrea Firenze, de su conferencia "Espiritismo e Inteligencia Artificial", disponible en nuestro canal de YouTube de CEADS: Tanto el Espíritu como la IA son creados simples e ignorantes, tienen capacidad de aprendizaje y evolucionan según sus errores. Pero, el Espíritu fue creado por Dios, existe sin cuerpo físico y es inmortal. La IA fue creada por la humanidad y no puede existir sin materia física que le da la característica de vida limitada, lo que nos lleva a la conclusión de que la IA no puede controlar a la humanidad, si la humanidad no lo permite y aún en la remota posibilidad de que las IAs controlen la humanidad, solamente podría hacerlo mientras estemos encarnados, pero jamás al Espíritu desencarnado inmortal.


En resumen, el mundo virtual es tan real como el físico, así como el mundo espiritual es tan real como el físico encarnado.


¿Y qué es lo que deberíamos hacer: evitar el mundo virtual?


¡No! No debemos evitar ninguna experiencia, lo que necesitamos es fortalecer nuestra psique y nuestra espiritualidad con el fin de estar preparados para discernir lo que es bueno y lo que no es bueno, para guardarlo en nuestro disco duro. 

Al igual que hacemos en el mundo físico.


Tengamos en cuenta que la tecnología nos da la oportunidad única de disponer de más tiempo libre para que podamos dedicarlo al estudio de uno mismo, de buscar más conocimiento, de pasar más tiempo libre con nuestros seres queridos. 


“En la veloz sucesión de los días modernos, en los cuales las máquinas inteligentes dominan el mercado humano, el individuo es invitado a asumir su posición de comando y de superioridad, en relación con esos aparatos creados por él para que le faciliten la vida, sin dejarse abrumar por las circunstancias que se presentan agobiantes”.


La tecnología puede servir mucho más que para jugar, disfrutar del ocio banal, trabajar, comprar, socializar, pues también está ayudando a curar. Aquí destacamos el fantástico uso ya consolidado de la realidad aumentada, una de las herramientas del metaverso.


Además de diversión, enseñanza, medicina y psicología, la está aplicando a fin de simular vivencias positivas para moldear nuevamente las conexiones mentales de pacientes con trastornos graves, relacionados con la alimentación, como la bulimia, la anorexia y los casos de autolesiones en adolescentes.


Aquí se abre una puerta amplia que ayudará a muchas personas a auto encontrarse, para ello, debemos asumir nuestra posición de superioridad ante las máquinas y usufructuar de la finalidad para la cual han sido creadas: facilitar nuestra vida y que pasemos más tiempo en la búsqueda de nosotros mismos.




¡Espíritas, instruíos!


La lista de desafíos en la era tecnológico-robótica es larga y se rige por la ley de Progreso, cuanto más evolucionamos más retos tendremos, más se complicarán a fin de ponernos a prueba para un día, llegar a entender la dimensión de la belleza, la responsabilidad y la dignidad de ser co-creadores.


No vale querer que el mundo sea mejor si nosotros no nos preocupamos por serlo.

No podemos esperar que el otro cambie a mejor si no cambiamos nosotros.

No debemos dejar que ninguna influencia externa tome el control de nuestra evolución y la ralentice.


Joana, como la gran maestra que es, nos orienta: “La persona debe descubrir la finalidad de su existencia y cómo alcanzar el objetivo de ser feliz, mediante la superación de los conflictos o tratándolos, viviendo de manera clara y sin culpa, usufructuando los dones de la existencia y siempre rumbo a la perfección”.



Mis conclusiones


Por lo que finalmente llego a algunas conclusiones, bajo mi visión de aprendiz del Espiritismo:


  • Somos TOTALMENTE responsables de todo lo que nos ocurre, de todo lo que sentimos, de todo lo que nos afecta. Recordemos que todo lo que nos molesta de los demás es nuestra propia sombra, seamos conscientes de ello o no.

  • Dejemos de fantasear con una realidad física de comodidad, aceptando los desafíos de cada reencarnación.

  • Mantengamos la serenidad ante cada prueba.

  • Seamos curiosos y estemos siempre dispuestos a adaptarnos a lo nuevo.

  • Busquemos nuestra madurez psicológica a fin de prepararnos para cualquier tipo de desafío.

  • No nos dejemos llevar por el miedo o el temor, pues somos seres inmortales predispuestos a aprender, tanto de los éxitos como de los fracasos.

  • Abandonemos cualquier rol de víctima y cualquier culpa debido a un pasado de aprendizaje.

  • Dosifiquemos el tiempo de todos los tipos de experiencias, tanto de la virtual, como de la espiritual, centrándonos más tiempo en el mundo físico y psicológico, que es lo que nos toca experimentar ahora.

  • Cultivemos nuestra autoestima a fin de iluminar nuestras conciencias, amparar los sentimientos y orientar la razón, hacia los rumbos liberadores de la paz y de la autorrealización.

  • Oremos y estemos siempre atentos.


“La existencia humana se presenta portadora de un conjunto casi infinito de posibilidades que deben ser experimentadas, a fin de que llegue a ser digna y merezca ser vivida saludablemente”.

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