Ahora me ves
Silver Chiquero
“Ahora me ves” (Now you see me) es una película de magia, acción y suspense que sigue la historia de un grupo de talentosos ilusionistas que utilizan sus habilidades para realizar espectáculos de magia impresionantes, manteniendo al espectador en vilo mientras intentan descubrir los trucos y desentrañar los misterios.
Seguramente a muchos de nosotros nos resulta fascinante el arte de la magia, que nos sorprende una y otra vez cuando vemos un nuevo número. Nos sorprende, nos fascina y nos emociona a partes iguales tratando de averiguar cómo hemos podido ser engañados, porque en el fondo sabemos que cada número de magia se basa en un truco de ilusionismo, pero que siempre está basado en hechos reales y nunca infringe las leyes de la naturaleza, porque no hay “trampa ni cartón” sino una habilidad sorprendente y excelsa del ilusionista en el desempeño de sus actuaciones, quien nos hace creer que está ocurriendo una cosa, cuando en realidad está ocurriendo otra muy distinta de la que somos incapaces de darnos cuenta, incapaces siquiera de percibirla.
Debido a nuestro carácter descreído, por querer examinarlo todo con lupa, desde cualquier faceta y llegar a conclusiones razonadas y razonables, fundamental para ser mejor Espírita, no vamos a creer a pies juntillas como dictaba el gran mentalista e ilusionista Anthony Blake cuando sentenciaba: “No traten de entenderlo, lo que acaban de ver es fruto de su imaginación, no le den más vueltas”.
Fenómeno de la Bicorporeidad
Así, del mismo modo, basado en una de las leyes de la naturaleza y en las propiedades del periespíritu está basado el fenómeno de la bicorporeidad, uno de tantos “trucos de magia” que desvela el Espiritismo, gracias al registro exhaustivo, análisis “enfermizo”, catalogación minuciosa y descarte preciso, llevado a cabo por nuestro apreciado y estimado Allan Kardec, de numerosas comunicaciones de seres “del otro lado”, que en este caso concreto vemos detallado en el capítulo “Hombres dobles. Apariciones de personas vivas.” de la primera parte del libro “Obras póstumas”. Un “truco de magia” conocido como bicorporeidad o doble visión, que es un hecho real, un fenómeno natural, porque “reposa sobre las propiedades del periespíritu y sobre una ley de la Naturaleza”.
Bien pues veamos cuándo se produce: “Mientras el cuerpo se encuentra inmerso en un sueño el espíritu se transporta a diversos lugares” y ampliando esta información vemos que… “La teoría parece demostrar que esta separación solo se da durante el sueño o por lo menos durante la inactividad de los sentidos corporales e igualmente se produce en el estado de vigilia”. Por tanto, se produce durante un momento en que el cuerpo físico entra en un estado de sueño profundo, de sopor, de vigilia, gracias al cual el cuerpo espiritual puede desprenderse y llegar a lugares afines a sus necesidades o intereses, diferenciando aquí dos tipos de cuerpos, el cuerpo físico por todos conocido y que podemos palpar y el cuerpo espiritual que lo habita y comanda.
Propiedad de Tangibilidad
Ahora veamos qué ocurre: “Puede el Espíritu volverse visible y aparecer como forma vaporosa”, es más; “Puede igualmente presentarse de forma tangible o por lo menos con una apariencia tan idéntica a la realidad que muchas personas pueden estar en lo cierto al afirmar haber visto a tal persona al mismo tiempo en dos puntos diferentes”, siendo que “En uno se encontraba el cuerpo verdadero y en el otro el Espíritu”. Por tanto, en estos viajes del Espíritu durante la emancipación del alma, éste puede ser visto en ciertas situaciones, variando desde la más leve visión o percepción sensorial a la más nítidamente, no sólo visible sino tangible, tanto como si al ver ese cuerpo espiritual llegue a ser fácilmente confundible con el cuerpo físico.
Es más, “Conocemos la facultad que poseen los desencarnados de mostrarse bajo una apariencia material en determinadas circunstancias y en particular a los médiums vivientes y como en algunos casos como el de apariciones visibles y tangibles para una multitud, es evidente que la percepción de la aparición no se debe a las facultades mediúmnicas de los asistentes, sino a la realidad de la apariencia corporal en esa circunstancia, resultando de la condensación del aparato periespiritual. Por tanto y gracias a las propiedades del periespíritu, el Espíritu puede aparecerse a la vista, no ya de algunos médiums, tampoco de todos los asistentes, sino de quien sea requerido y/o sea necesario, como una forma vaporosa, como si tal espíritu fuera constituido de vapor de agua, como una tenue apariencia difuminada apenas perceptible o como la misma y reconocible persona física conocida.
Esta propiedad tan interesante de la tangibilidad de la visión que desvelamos, trasciende, nos asombra, nos sorprende y nos fascina, porque habremos podido llegar a creer que se trata de un “truco de magia” para algunos o de un milagro para otros, según sean las concepciones y creencias personales de cada uno, lo cual es un pensamiento lícito debido a que en el fondo y a pesar del desconocimiento, están en lo cierto, porque igual que sucede con la magia, el fenómeno de la bicorporeidad está basado en una ley de la naturaleza y las propiedades del periespíritu como en este caso, la tangibilidad.
Consciencia Bicorpórea
En otro orden de cosas, “Admitiendo la división del periespíritu y una forma fluidifica suficiente para mantener la actividad normal del cuerpo, suponiendo también la división del principio inteligente por su propia irradiación, capaz de animar a ambos seres y facultar una especie de ubicuidad, este principio debería conservarse idéntico. Por tanto, no podría haber en uno que no existiese en el otro”.
Siendo así, de los 9 ejemplos citados en dicho capítulo, el principio inteligente se muestra activo en ambos individuos, incluso más en el ser material, cuando ciertamente debería ocurrir al contrario. Sin embargo ¿cómo es posible que exista antagonismo, divergencia de ideas, pensamientos y/o sentimientos en ambos seres? Pues así parece ocurrir en el cuarto caso en el que uno previene al otro de su muerte o en el séptimo caso en el que la Emperatriz manda disparar sobre su otro yo.
“El cuerpo puede desempeñar sus funciones orgánicas estando lejos del Espíritu, acuciado por preocupaciones de otra índole. El periespíritu indefinidamente expansible, conservando la elasticidad y la actividad necesaria a la existencia del cuerpo, acompaña constantemente al Espíritu”. Por lo que encontrándose el cuerpo espiritual imbuido en sus inquietudes y necesidades apremiantes a resolver, éste mantiene un nivel de consciencia sobre su cuerpo material para mantener la actividad normal, incluso en ciertos casos señalados, tratar de actuar el uno sobre el otro bien a modo de alerta o por cualesquiera que sean las razones que se deban a tal efecto.
Facultad de expansión y propiedad de condensación
Queda únicamente explicar el fenómeno de la bicorporeidad o doble visión, en este ejercicio de poner en conocimiento el “truco de magia” para todo el público en general, siendo que “Llegamos a la conclusión que podríamos dividir los fenómenos en dos categorías bien distintas”. Sabiendo que “La Facultad de expansión de los fluidos periespirituales ya está hoy sobradamente demostrada por las más dolorosas operaciones quirúrgicas realizadas en pacientes adormecidos” o bien de forma paralela; “Cuántas veces se habrá visto soldados gravemente heridos, absortos por el ardor del combate, perdiendo sangre y fuerzas y combatir durante mucho tiempo todavía, sin darse cuenta de sus heridas, como un hombre profundamente preocupado que recibe un choque violento sin sentir nada y solo cuando cesa la abstracción de su inteligencia, reconoce haber sido alcanzado por la sensación dolorosa que experimenta”. Esta facultad de la expansión de los fluidos periespirituales es la que permite abstraerse momentáneamente al mismo del cuerpo que habita y propiciar el viaje del Espíritu a los lugares que necesita ir o dónde desea estar.
Por otro lado y si “consideramos la propiedad muy conocida que éste posee de la condensación, propiedad que le permite volverse visible bajo apariencias corporales a los médiums videntes y más casualmente a cualquier persona que se encuentre en el lugar donde el espíritu se haya transportado, no podremos poner en duda la posibilidad del fenómeno de la ubicuidad” […] “Está pues demostrado que una persona viva puede aparecer simultáneamente en dos lugares alejados el uno del otro, en uno con su cuerpo real y en el otro con su cuerpo espiritual momentáneamente condensado bajo la apariencia de sus formas materiales”. Siendo pues la propiedad de la condensación de los fluidos periespirituales la que permite la visibilidad del Espíritu bajo una apariencia corporal.
Si no lo veo no lo creo
Sin embargo y a pesar de todo el conocimiento humano acumulado diariamente en Gigas, en Teras, en Petaflops de información que recorren la corteza y la atmósfera terrestre y al alcance de todo el que disponga de un aparato con conexión a internet y tenga ganas de esclarecerse… “Lo que ocurre a menudo es que el desconocimiento sobre el Espiritismo lleva a aceptar como ciertas, creencias totalmente absurdas y equivocadas, pero al mismo tiempo prueba que muchas veces estas reposan en un principio verdadero, desfigurado, exagerado por la superstición. Entonces se inventan cuentos ridículos, desde el desconocimiento, antes de conocerse las relaciones del mundo visible con el mundo invisible y una vez conocidas la ley natural que preside esas relaciones el Espiritismo las reduce a la realidad”. Pues como sabemos y está conocidamente demostrado, hoy en día, tan extraña como curiosamente, más del 85% de la información que se propaga en redes es falsa, incorrecta o no se ajusta a la realidad, aunque incomprensiblemente es la más ampliamente difundida y por tanto viralizada, pero muchísimo más que la información contrastada y veraz que parece no interesar o llamar tanto la atención.
Además de ello “[…] el Espiritismo es denigrado por quien no admite ni almas, ni mundo invisible pues todo lo que salga del mundo visible y tangible lo consideran superstición”, siendo este el motivo de iniciar este artículo, realizando el ejercicio de ilusionismo, de magia; pues al buen conocedor del Espiritismo, cualquier hecho que a ojos de otros pudiera parecer milagroso, mágico, fascinante, asombroso o directamente increíble, para el estudioso de la doctrina se convierte, simple y llanamente, en una aplicación práctica de algunas propiedades del periespíritu y las leyes de la naturaleza, que a todos nos afectan sin excepción. En el artículo de “El libro de los médiums” titulado “Visitas espirituales entre personas vivas” y en muchos pasajes de la “Revista Espírita” confirman la realidad de tales manifestaciones de manera absolutamente incontestable, por más extrañas e increíbles que parezcan a primera vista.
La Ley Natural de Dios
Sí, lo siento estimado lector, pero es que no hay nada de mágico, no hay nada de milagroso en el fenómeno de la bicorporeidad, sino que únicamente se trata de hechos naturales que nuestro desconocimiento, cerrazón, superstición, etc. nos impide creer que puedan suceder de manera natural, puesto que no infringen ninguna de las leyes de la naturaleza.
Esta es una vez más la comprobación de que nuestra egoísta y egocéntrica burbujita de conocimiento personal, nos pone barreras para comprender desde, si se me permite, nuestras “infantiles” capacidades cognitivas, la inconmensurable obra de Dios en toda su extensión. Alabado sea.